No tenían suficiente energía para llegar a Coruscant, capital de la República Galáctica, en cuyo Senado tenían representación todos los sistemas. El caballero Jedi Qui-gon Jinn, Padme (la joven dama de la reina de Naboo), un droid R2D2 y un Gungan llamado Jar Jar Binks pretendían recabar el apoyo de la República para acabar con la invasión de la Federación de Comercio al planeta Naboo, pero se ven obligados a aterrizar en Tatooine donde conocen a Anakin Skywalker…; así se inicia una saga: la de la Guerra de las Galaxias, seis películas que conformaron nuestra juventud y se han convertido en un referente de la cultura popular actual.
Ahora, gracias su reposición en 3D, tenemos la oportunidad de verla con nuestros hijos. La verdad, es que no somos muy entendidos en tres dimensiones como para saber si esta bien realizada, y si son suficientes los efectos en 3D como para que merezcan una reposición. La escenas iniciales del ataque de las tropas de la Federación de Comercio o la huída en el mar de Naboo, si parecen confirmalo. Por otro lado, parece lógico que una película que, inicialmente, no se hizo con esta tecnología no resulte tan vistosa como una actual. Pero da igual, la oportunidad de volver a verlas en una sala oscura, en una pantalla grande y con un buen cartucho de palomitas merece la pena, y sobre todo, es impagable cuando miras a tu lado y ves la cara ensimismada de tu hijo. Eso si, con unas gafas negras que le dan un aspecto a medias entre Blue Brother bajito y un piloto de una vaina de carreras.
Fue precisamente esta carrera una de las escenas que más nos gustaron, aunque Gonzalo celebró, como si fuera suya, la victoria del joven Obi Wan Kenobi sobre el malo -malísimo- Darth Maul
Por cierto ¿sabes ya el nivel de midiclorianos de tu hijo? si no es así, ya los puedes ir midiendo porque…
A long time ago in a galaxy far, far away…..